- por Daniel SOT
Adelántate... ¡Protege la identidad de tu negocio!
Hasta no hace tantos años, la protección a la marca del producto o negocio, sólo había sido de interés para medianas y grandes empresas las cuales pretendían impedir que un competidor pudiera aprovecharse de la reputación o prestigio que la misma había logrado, ya fuere por la propia calidad del producto y/o servicio, ya fuere por la importante inversión publicitaria para darse a conocer o consolidarse su sector . Por aquel entonces, el pequeño negocio de barrio no tenía interés alguno en protegerse frente a injerencias de competidores que operaran en otras zonas de la ciudad.
Por el contrario, desde no hace tanto tiempo, y con el auge del comercio online, son miles de autónomos y pequeñas empresas las que apuestan en ampliar el “escaparate” de su tienda física tradicional, al “escaparate mundial”, vía Internet, y ha comportado que aparezcan en la contabilidad de éstos, nuevas partidas de gastos destinadas a publicidad online (inclusión en Directorios de Internet, aparición en publicidad de pago por click, colaboraciones en portales del sector, en portales de compra masiva..) así como otros gastos asociados para una provechosa presencia online (diseño de un logotipo, creación de un nombre diferencial, contratación de dominios de internet etc..)
Por ello, a fin de evitar de evitar que el tiempo, esfuerzo y coste invertido para potenciar nuestro negocio caiga en un saco roto y en todo caso, para evitar que un competidor pudiera aprovecharse de nuestro prestigio y presencia online logrado, resulta imprescindible proteger la identidad de tu negocio, tu marca, tu identidad…
Para proteger la marca, es necesario registrarla. Con el Registro, La marca y/o el nombre comercial, se concede un título jurídico otorgado por el Estado que nos conferirá el derecho exclusivo de utilizarlo en el tráfico económico, y poder impedir a otros la utilización de los mismos, pudiendo exigir el cese e incluso indemnizaciones para quién, sin nuestro consentimiento, y de manera ilegítima, estuviera utilizado nuestra “identidad” de negocio o producto.
Podremos registrar como marca los siguientes signos o medios:
a) Las palabras o combinaciones de palabras, incluidas las que sirven para identificar las personas
b) Las imágenes, figuras, símbolos y gráficos originales
c) Las letras, las cifras y sus combinaciones
d) Las formas tridimensionales entre las que se incluyen los envoltorios, los envases, la forma del producto o su presentación
e) Los sonidos
Por el contrario, no podremos registrar como marca:
- Signos que no tienen capacidad suficiente para distinguir, por ejemplo, un punto o una línea sin ningún otro elemento caracterizador
- Signos genéricos y específicos, es decir palabras genéricas, como “agua” o signos que en el lenguaje corriente hayan llegado a constituir una denominación necesaria o usual de producto o servicio
- Signos descriptivos: los que se compongan exclusivamente de signos o
indicaciones que sirvan en el comercio para designar la especie, la calidad,
la cantidad, el destino, el valor, la procedencia geográfica, la época de
producción del producto o de la prestación del servicio u otras características
de los productos o del servicio. - Signos engañosos, que puedan genera confusión para el producto.
- Signos contrarios a la Ley o al orden público ( marca xenófoba o sexista)
- Determinados signos protegidos legalmente como banderas y escudos de
Estados, Comunidades Autónomas, etc.
El coste para registrar una marca en absoluto es elevado (la tasa administrativa, para la primera clase solicitada para el año 2014, es de 143,15€ y con dicho pago tendremos una protección por 10 años).
Por lo expuesto, no hay que esperar a que alguien “suplante” la identidad de nuestro negocio o producto para darnos cuenta de lo importante que hubiera sido registrar la marca. Es necesario adelantarse y tener la visión de que la identidad de tu negocio o producto es vital, y de que estás invirtiendo no sólo esfuerzo y tiempo, sino dinero en potenciar un nombre que si no registras, el día de mañana alguien puede registrarlo, usarlo y beneficiarse por el trabajo por ti realizado y no sólo ello… impedirte que utilices tu propia identidad.. A fin de evitarlo… Adelántate y protege tu nombre.
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